Las fiestas de fin y principio de año contribuyen fuertemente a considerar nuestros compromisos del nuevo año
Para que estos compromisos tengan éxito desde su comienzo, es necesario que la buena planificación esté siempre presente, por eso Francisco Herrera, nutricionista de Dos Pinos, nos brinda las siguientes recomendaciones
1) Para no iniciar el año con “castigos”: hacer una adaptación progresiva y planificada, que permita poco a poco modificar los hábitos alimentarios.
2) Considere cinco tiempos de comidas por día: Al distribuir los alimentos de forma más equilibrada se evitarán cambios bruscos en los niveles sanguíneos de glucosa, de esta forma, se evitan picos bruscos de almacenamiento de energía (acumulación de grasa principalmente) o atracones por llegar con hambre a la comida/cena.
3) El desayuno con uno de los tiempos principales de comida: Es recomendable que se incorporen los siguientes grupos de alimentos: cereal-lácteo-fruta; los cuales ofrecen energía y minerales, proteína y calcio; y por último fibra dietética junto con vitaminas y minerales.
4) Meriendas saludables: necesario incorporar meriendas a media mañana y tarde. Lo ideal es que aparezcan frecuentemente fruta, bocadillos, jugos naturales, lácteos (leche, yogurt, queso) y evitar la repostería dulce y salada. En el caso de los productos lácteos, los descremados son una excelente opción por su bajo contenido calórico.
5) Incorpore en esta época alimentos integrales: absorben de forma más lenta en el organismo, lo que significa mejor asimilación y por lo tanto menos picos de glicemia, además de que tienen más cantidad de fibra dietética.
6) Utilice poca sal y más especias: El abuso del consumo de sal no es recomendable cuanto nos referimos a la salud cardiovascular.
8) Disminuir el consumo de carne: Considera que algunos productos dentro de este grupo suelen estar cargados de grasa saturada y sal; lo cual puede afectar los niveles sanguíneos de colesterol, presión arterial y por su exceso pueden contribuir al aumento de peso.
9) Siempre deben estar presentes las leguminosas: presentan la misma calidad proteica que la carne, de ahí que hayan sido imprescindibles en nuestra historia alimentaria los platos como arroz con frijoles, lentejas con arroz, arroz con garbanzos.
10) Ensaladas frescas y vegetales: aderece las ensaladas con limón, aceite de oliva y evite los aderezos cargados de grasas.
11) Modifique recetas navideñas: Para evitar el exceso de calorías de muchas de las preparaciones características de esta época, trate de sustituir ingredientes altos en azúcar y grasa por aquellos que son reducidos en calorías. En el caso de lácteos, prefiera los descremados; utilice sustitutos de azúcar, o alimentos bajos en azúcar.
12) Un brindis moderado en navidad y fin de año.