Estudios indican que baja el colesterol
El estilo de vida saludable se va convirtiendo en hábito, por eso muchas personas optan por bebidas que les aporten beneficios, una de ellas es el aloe vera o sábila.
Su nombre científico es Aloe barbadensis miller, tiene propiedades medicinales y curativas, culturas antiguas de África, China, India y Oriente próximo la utilizaban en sus remedios caseros.
Algunos textos señalan que en el Antiguo Egipto se le llamó “la planta de la inmortalidad”, los sumerios le decían “mágica virtud”, los templarios “el elixir de Jerusalén” y para los árabes fue “la fuente eterna de la juventud”, incluso Cristóbal Colón llevó en sus carabelas macetas con aloe vera para curar las heridas de los tripulantes.
Sin embargo, fue en 1970 cuando un farmacéutico llamado Bill Coats consiguió separar la aloína de la corteza y estabilizar el gel extraído de la hoja, añadió vitamina C, vitamina E y sorbitol y comenzó a comercializarlo y popularizarlo.
Contiene vitamina A, vitaminas del grupo B (B1, B2, B6, B9, B12), vitaminas C y E, minerales como el hierro, magnesio, zinc, calcio, sodio, manganeso o potasio.
Aporta los nueve aminoácidos esenciales, que son isoleucina, leucina, histidina, triptófano, lisina, treonina, metionina, fenilalanina y valina.
Son muchos los beneficios que este jugo tiene para la salud, por ejemplo previene el estreñimiento, ya que ayuda a la movilidad del intestino; expulsa las toxinas acumuladas en el sistema digestivo y contribuye a la reducción del colesterol “malo” o LDL.
También tiene propiedades antiinflamatorias gracias a sus compuestos como el campesterol, el lupeol y el Beta-sitoesterol.
Ayuda mucho a la salud bucodental, ya que previene daños en las encías, controla las poblaciones de bacterias de la boca que producen sarro en los dientes y elimina las llagas o aftas que se hacen en la boca.
