Efectos de las enfermedades reumáticas

Las enfermedades autoinmunes convierten al sistema inmunológico en nuestro propio enemigo

Esto sucede debido a un error en su parte central, el cual provoca que este identifique a las células saludables como enemigas, las ataque y posteriormente, las destruya; el cuerpo reacciona contra sí mismo.

Existen alrededor de 80 enfermedades autoinmunes, que pueden afectar a cualquier persona, pero el mayor riesgo de padecerlas lo corren:

  • Mujeres en edad reproductiva.
  • Personas con antecedentes familiares.
  • Quienes están en contacto con diferentes factores en el ambiente como la luz solar, los químicos llamados solventes y las infecciones virales o bacterianas.
  • Individuos de ciertas razas o con ciertos antepasados étnicos (depende del tipo de enfermedad).

Los síntomas más comunes son la fatiga, los dolores musculares y la fiebre más bien baja. Pero el síntoma más frecuente es la inflamación, causando enrojecimiento, acaloramiento, dolor e hinchazón. Inclusive, pueden convertirse en agudas o entrar en remisión, que es cuando los síntomas desaparecen.

Algunas enfermedades autoinmunes son producto de otras complicaciones en la salud de los pacientes convirtiéndose también en enfermedades reumáticas, comprometiendo a todo el organismo.

Entre los más de 200 tipos de enfermedades reumáticas destacan:

  1. Artritis reumatoide (AR)

Afecta las articulaciones en ambos lados del cuerpo, como manos, muñecas y/o rodillas, entre otras. Ocasionalmente afecta la piel, los ojos, pulmones, el corazón, la sangre, los nervios y hasta los riñones. La AR puede suceder entre los 20 y 50 años de edad, pero niños y adultos mayores la pueden padecer. Es 2.5 veces más común en mujeres que en hombres.

Sus síntomas son:

  • Dolor e hinchazón de las articulaciones.
  • Rigidez -especialmente en la mañana o después de sentarse durante largos periodos de tiempo-.
  • Fatiga -mejor definida como cansancio y somnolencia excesiva-.

Sus síntomas pueden empeorar por ciertos factores desencadenantes como el estrés, la suspensión repentina de medicamentos e inclusive, demasiada actividad.

  1. Artritis idiopática juvenil (AIJ)

Se clasifican como AIJ a los tipos de artritis que involucran la inflamación crónica (a largo plazo) de las articulaciones. Esta es de las enfermedades reumáticas más frecuentes de la edad pediátrica, aparece generalmente antes de los 16 años y afecta tanto hombres como a mujeres.

La artritis idiopática juvenil se caracteriza por inflamación en una o varias articulaciones y también puede afectar otros órganos como los ojos, el corazón, los pulmones y riñones. Se acompaña de otros síntomas como dolor e inflamación de las articulaciones, erupciones de la piel, fiebre, aumento del tamaño de los ganglios, inflamación de órganos internos, cansancio y retraso del crecimiento.

Sus causas son desconocidas; pero se sabe que el mal funcionamiento del sistema inmune se dirige al revestimiento de la articulación.

  1. Espondilitis anquilosante (EA)

Es un tipo de espondiloartropatía -una familia heterogénea de enfermedades reumáticas-, que afecta a la espina dorsal o la espalda.

En la EA, las articulaciones y los ligamentos de la columna vertebral se inflaman, ocasionando fuertes dolores y rigidez que, usualmente, comienza en la espalda baja y podría progresar hacia la parte superior de la columna, el pecho, así como el cuello. Con el tiempo, las articulaciones de la espina dorsal tienden a soldarse entre sí, provocando una limitación en la movilidad. Otras articulaciones como por ejemplo las caderas, los hombros y las rodillas, también pueden verse afectadas.

Esta suele ser una enfermedad crónica o de larga duración. La gravedad de sus síntomas y la discapacidad varían de una persona a otra. Un diagnóstico precoz y tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar tanto el dolor como la rigidez. 

Los primeros síntomas aparecen entre los 17 y 35 años de edad. Es una enfermedad que afecta mayoritariamente a los hombres.

Al igual que otras enfermedades reumatológicas, la EA es de origen desconocido. No obstante, la genética juega un papel importante en favorecer su aparición; es decir, los familiares de primer grado de los pacientes con esta enfermedad tienen un riesgo superior de padecerla frente a la población en general.

  1. Artritis psoriásica

Es un tipo de artritis crónica que aparece aproximadamente en un 10% de los pacientes con psoriasis, enfermedad inflamatoria -también crónica- en la que las células de las zonas afectadas de la piel se reproducen mucho más rápido y se acumulan formando unas placas enrojecidas, engrosadas y escamosas.

Produce una lesión inflamatoria en las articulaciones; trae consigo dolor, hinchazón, dificultad de movimiento de la articulación inflamada y con el tiempo, la posibilidad de deformación. La evolución de este trastorno es irregular a lo largo de la vida, alternando periodos de inactividad con otros de dolor e inflamación.

Se desconoce su causa; sin embargo, se sabe que un 40% de los pacientes con esta enfermedad tiene un familiar con psoriasis o artritis, sugiriendo que la herencia puede jugar un papel importante.

La artritis psoriásica aparece en general en personas de entre los 30 y 50 años, pero también puede comenzar en la niñez.