Avanzado sistema purificador de agua se convierte en aliado de terapias de hemodiálisis

Cerca de 290 personas reciben actualmente terapias de hemodiálisis en el país

 

Un sistema avanzado que centraliza el suministro de agua purificada para las máquinas de hemodiálisis, ya está presente en tres centros hospitalarios del territorio nacional, estos son el Enrique Baltodano Briceño (2021), Nacional de Niños  (2019) y recientemente, el México.

El fabricante es Fresenius Medical Care y estos sistemas llegaron al país a través de Nutricare S.A., empresa costarricense dedicada a la comercialización y la distribución de productos y equipos de última generación para diversas especialidades médicas.

“Estos sistemas brindan soluciones a la medida, pues se han adaptado a las condiciones de cada centro médico; además ofrecen diversas ventajas, entre ellas, procesos automatizados y monitoreos continuos sobre el desempeño de los procesos de purificación, que permiten ahorrar tiempo y recursos”, indicó Natalia Alvarado, Gerente de Soporte Renal y Hepático en Nutricare S.A.

 

Beneficios

Los sistemas ofrecen una serie de beneficios tanto en el plano médico como operativo y financiero, por ejemplo, el agua purificada contribuye a mejorar el aspecto nutricional de los pacientes, a que presenten menos cuadros inflamatorios y complicaciones cardiovasculares en el largo plazo.

También favorecen el ahorro de recursos, mediante un uso más eficiente del agua y la disminución en el consumo de energía eléctrica. Asimismo, reducen la necesidad de desinfectantes químicos y la cantidad de análisis microbiológicos y fisicoquímicos de rutina, ya que facilita el control de parámetros de calidad.

La hemodiálisis es un tratamiento que filtra las toxinas y el agua de la sangre, emulando la función que cumplen los riñones sanos, por lo que ayuda a que las personas con enfermedad renal crónica se sientan mejor y tengan una esperanza de vida más larga.

Para aplicar esta terapia, se requiere purificar el agua, a fin de eliminar partículas como minerales, metales y sedimentos que serían potencialmente tóxicos si entraran en contacto con la sangre, así como microorganismos.  El agua pura se mezcla con ácido y bicarbonato para formar el líquido de diálisis y se transporta al dializador (membrana de la máquina de diálisis, donde se realiza el proceso de depuración o limpieza de la sangre).