Elizabeth Sánchez, asesora financiera, nos enseñará tres consejos para reducir tentaciones y priorizar los gastos importantes
El lograr mantener nuestros gastos e ingresos en regla es clave para unas finanzas personales saludables. Nuestros gastos muchas veces se ven afectados por compras excesivas o compulsivas, por esta razón es importante saber cómo detectarlas y controlarlas.
Siga estos 3 consejos para detectar las compras compulsivas y reducir gastos superfluos.
- La regla de las 24 horas. Establezca un monto máximo destinado a impulsos, digamos unos $30. Cuando sintamos la necesidad de realizar una compra impulsiva, es recomendable que esperamos 24 horas y si el impulso no desaparece y está dentro de nuestro monto fijado, podremos realizar la compra. Es importante que el monto que establezca no sea tan pequeño como para no poder comprarse ni un café, ni tan alto como para terminar comprando lujos constantemente.
- Identificar áreas débiles. Todos tenemos alguna área de compras en la cual somos más débiles y propensos para caen más fácilmente ante impulsos, se pueden establecer diferentes estrategias para controlar estas compras:
- Establecer un presupuesto mensual para el área de debilidad identificada. Así podemos satisfacer la necesidad de compra sin aumentar nuestros gastos.
- Preferir el utilizar una tarjeta de débito para pagar ya que se cuenta con un mayor control del presupuesto disponible.
- No suscribirnos a notificaciones de descuentos, así nos exponemos a menos tentaciones.
- Presupuesto claro. Establecer un presupuesto con prioridades claras, donde se establezcan estas compras, el ahorro, objetivos financieros, entre otros. Un presupuesto firme es más sencillo para mantener un control más exacto de los gastos y las compras compulsivas.
Tip Extra: Muchas veces las compras impulsivas son el reflejo de emociones por parte de los consumidores. Al estar emocionados o angustiados, algunas personas toman las compras como terapia, aumentando su nivel de gasto. Nuestras finanzas personales pueden llegar a mejorar considerablemente si le damos atención a nuestras emociones.