Mediante una plena atención de todos nuestros sentidos desde el momento de planear nuestros alimentos hasta el momento de ingerirlos podemos mejorar nuestra salud
El envolvente mundo en el que nos movemos actualmente, el trabajo, horarios inflexibles, las tareas propias del hogar, nuestra rutina social, el estrés, la constante atención a las Redes Sociales, los trastornos alimenticios que muchas personas sufren y mil cosas más, han ido causando que la alimentación real sea algo muy difícil de lograr; en la actualidad muchas personas se alimentan casi que en automático y solo ante la necesidad de hacerlo, olvidando la importancia de hacerlo como un elemento de vida saludable y feliz.
El alimentarse es uno de los mejores placeres de la vida, sin importar el tiempo de comida. La nueva tendencia de la alimentación consciente (mindful eating en inglés), es una saludable práctica que recientemente a empezado a intervenir en vida diaria de unos pocos, y busca el poder expandirse a cada vez más en los hogares.
La especialista en Nutrición, Melania Cevo de Consultas Nutrición, manifiesta que la alimentación consciente se ve como, “la capacidad de permitirse la experiencia de vivir el acto de alimentarse en toda su esencia, es decir, hacerse totalmente presente a la hora de comer”. Disfrutan la utilización y participación de todos los sentidos, desde los sabores, olores de las comidas y analizar qué nos provocan en la mente estas experiencias sensoriales y cómo actúan estas en las emociones de las personas.
Normalmente se considera que alimentarse de una manera consciente y presente implica el perder tiempo o dedicar mucho más de lo que normalmente podemos por lo complicado del proceso. Esta práctica no es únicamente una terapia, implica que al estar presentes desde que momento que iniciamos a pensar qué es lo que vamos a comer, poseemos la gran e importante oportunidad de poder elegir con inteligencia alimentos más saludables y mejores para nuestro organismo.
Este proceso nace en el momento que estamos realizando la lista de compras para ir al supermercado, momento en el que usted puede desarrollar el hábito de elegir de manera adecuada lo que mejor le caerá a su organismo. Creando una experiencia altamente positiva desde que elige lo que se comerá, al prepararlos y al consumirlos.
“La alimentación consciente no requiere más tiempo, sino compromiso y consciencia de las decisiones que día a día hace para su salud, usted puede disfrutar con el tiempo que ya dispone para comer de una alimentación sana y acorde con lo que quiere para su cuerpo, sin embargo, ¡es importante que le dedique lo que merece usted y su cuerpo a través de los alimentos”, explica la Nutricionista Cevo.
Este estilo de vida es mucho más fácil de adoptar de lo que parece, y le permitirá obtener efectos muy positivos en la salud del organismo y le evitar y enfrentar de mejor manera enfermedades que podrían afectarle gravemente.
Al momento de iniciar a practicar la alimentación consciente, es mejor empezar a observar en qué estado se encuentra al realizar las compras, ¿lo hace con hambre?, normalmente ante la sensación de hambre sus elecciones serán más emocionales que racionales, y sus elecciones corren con una alta probabilidad de ser mucho menos saludables, pero si realizamos nuestro mercado con el estómago lleno, la tentación de elegir cosas ultra procesadas será menos.
¿Recuerda la frase “mastique 20 veces antes de tragar?, esta frase aplica aquí, es muy importante recordar que, al masticar bien la comida, su sistema digestivo tendrá la capacidad de realizar su trabajo de absorción de manera más fácil, rápida y sencilla.
Otro beneficio es que, al comer completamente concentrados en los alimentos, permitimos al cerebro enfocarse exclusivamente en ese proceso, realizando una buena digestión sin distracciones como las pantallas del televisor, celular o computadora.
El truco del “plato pequeño” es útil para entrenar al cerebro para reconocer el momento cuando la persona está satisfecha, generalmente al comer en un plato de gran tamaño nos comemos lo que hay en el tan rápido que no le damos el tiempo suficiente al cerebro de enviar la señal de satisfacción.
No se debe de tragar se debe de disfrutar cada uno de los bocados que uno se lleve a la boca, aprenda a compartir este preciado tiempo con usted mismo o con quien usted disfrute de su compañía. Gracias a un cambio en su forma de comer generará cambios en su estado de salud le y notará cambios muy importantes con el pasar de los días.
El balance siempre será positivo, por eso la alimentación consciente no significa privarse de los antojos y generar un grado de estrés, cuándo uno aprende a escuchar qué es lo que quiere su cuerpo uno podrá comerse un postre o una comida fuera de la dieta que lleva a diario, sin el mayor inconveniente.
Con la ayuda de su nutricionista establezca metas claras las cuales si son acompañadas de una alimentación consciente le permitirán llegar a dichos objetivos de una manera mucho más estable, logrando aquellas metas de salud y de estado físico que quiere para su vida.