Experta en nutrición comparte recomendaciones para incluir alimentos necesarios para el desarrollo de los niños en su dieta diaria
Una nutrición sana y equilibrada, que beneficie el desarrollo óptimo del niño, debe construirse desde muy temprana edad, la misma inicia en el periodo de embarazo, el periodo de lactancia, donde la clave es darle leche al bebé desde la primera hora de vida y posterior a los seis meses de edad, momento el que comienza la alimentación complementaria.
“Durante los primeros seis meses de vida, la leche materna aporta el 100% de los nutrientes que el infante requiere. Es más, según diversos estudios, la lactancia ayuda a disminuir la incidencia de alergias, asma y enfermedades respiratorias, infecciones del oído, gastrointestinales y urinarias. No obstante, después de los 6 meses, la leche materna aporta tan solo el 50% de los nutrientes que el bebé requiere. Por este motivo, su alimentación debe complementarse con otros grupos de alimentos”, explicó Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica.
Por esta razón es muy importante incluir alimentos ricos en nutrientes cuando inicia la alimentación complementaria, para que obtenga todos los nutrientes que necesita para un sano desarrollo, como el hierro, necesario para el desarrollo cognitivo y el crecimiento.
La marca desarrolló una línea de alimentos especial, como las galletitas GERBER® Nutripuffs, para bebés a partir de los 8 meses de edad, se pueden encontrar en presentaciones de 42g en sus dos sabores: banana-naranja y fresa-banana.
Además, no contienen azúcares agregados, son bajos en sodio y no contienen grasas Trans. Son fortificados, horneados, tienen una textura esponjosa segura que se disuelven fácilmente en la boca del bebé y un rico sabor.
“Para lograr un balance nutricional y los nutrientes que los niños necesitan para su crecimiento y desarrollo, es fundamental integrar los cinco tipos o grupos de alimentos: granos, proteínas, frutas y verduras, legumbres y lácteos. Es importante atender las necesidades y los tiempos de comida de los niños; no deben pasar lapsos muy largos sin comer, como un adulto, pues su capacidad gástrica es limitada”, comentó Viales.