Google lleva años desarrollando tecnología relacionada a realidad virtual y aumentada
Las experiencias digitales e inmersivas están desdibujando cada vez más los límites de nuestras experiencias físicas en tiempo real. Como el mundo que nos rodea está cada vez más distribuido, estamos encontrando nuevas formas de conectarnos “virtualmente” desde cualquier parte del mundo.
Las inversiones tecnológicas se están acelerando. Microsoft adquirió recientemente el desarrollador de juegos Activision Blizzard por 68.700 millones de dólares. Google lleva años desarrollando tecnología relacionada a realidad virtual y aumentada. Fortnite presenta un avatar personal que lucha contra los avatares de otras personas. Hace seis años que Sony lanzó PlayStation AR. Walmart incluso está evaluando una presencia digital con una colección de fichas no fungibles (NFT).
Su propósito es buscar formas de conectar con la gente, los lugares y el entretenimiento sin tener que salir de un espacio físico. Y estas experiencias van más allá del entretenimiento y el comercio minorista. Chile ya ha desplegado una experiencia inmersiva en la industria minera, ofreciendo gemelos digitales de plantas industriales para la exploración de minerales.
En la actualidad, el camino consiste en combinar lo físico y lo digital en tiempo real. Se trata de crear experiencias verdaderamente inmersivas al tiempo que se aporta valor a múltiples sectores, donde los datos se convierten en una ventaja competitiva en el punto de creación. Los requisitos tecnológicos para crear una experiencia inmersiva van desde la RA/VR y los teléfonos móviles hasta los sensores alimentados por una infraestructura fiable.
Edición: Natalia López