Soya es la más popular
Estudios señalan que, después de la pandemia, algunas personas están adoptando nuevos hábitos alimenticios, entre ellos el consumo de proteínas de origen vegetal.
Son aquellas que se obtienen de fuentes como legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles, soja), cereales integrales (trigo, quinoa, arroz integral, avena), semillas y frutos secos (chía, lino, almendras, nueces).
Existe la preocupación de que este tipo de proteína no tenga los mismos beneficios que las de origen animal, sin embargo, tienen varios beneficios:
- Suelen contener menos grasas saturadas y colesterol, lo que contribuye a mantener un corazón sano.
- Son fuente importante de fibra, lo que es positivo para la salud gastrointestinal, además los alimentos ricos en fibra ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
- Las dietas que se complementan con proteínas vegetales pueden ayudar en el control de peso debido a su alto contenido en fibra, lo que contribuye a la sensación de saciedad.
- Los alimentos que aportan proteínas de origen vegetal también proporcionan una variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para la salud.
Es importante tener en cuenta que las proteínas animales son completas, es decir que aportan todos los aminoácidos esenciales, mientras que muchas proteínas de origen vegetal se consideran incompletas ya que carecen de uno o más de los aminoácidos esenciales, o no los tienen en cantidades suficientes.
“A medida que las personas tienen acceso a distintas opciones de alimentos para complementar su dieta, es valioso que tomen en cuenta cuáles tienen mayor calidad nutricional y son mejores según el estilo de vida que la persona lleve”, comentó Ana Cristina Gutiérrez, nutricionista y miembro del consejo consultor de Herbalife.