Una adecuada alimentación es vital para un envejecimiento saludable
Un estudio de la Universidad de Florida revela que conforme envejecemos, el cuerpo experimenta cambios físicos y metabólicos que nos predisponen a la ganancia de peso y a la pérdida de masa muscular. De acuerdo con el doctor Stephen Anton, experto en investigaciones en Metabolismo y Longevidad, a partir de los 40 años, tanto hombres como mujeres experimentan cambios en la composición corporal como pérdida de masa muscular y mayor acumulación de grasa, sobre todo en el área abdominal. Esta grasa visceral tiene efectos inflamatorios a nivel de todo el cuerpo, aumentando el riesgo de síndrome metabólico: presión arterial alta, enfermedades del corazón y diabetes tipo 2.
“Si las personas con obesidad y sobrepeso pierden peso y lo recuperan de manera cíclica, su relación de masa muscular a grasa corporal irá deteriorándose progresivamente, en detrimento de su salud. Esta composición corporal de poca masa muscular y alto porcentaje de grasa, tiene un impacto negativo en la forma en que envejecen”, explicó Anton.
Es indispensable hacer ejercicio, de 200 a 300 minutos por semana, combinar cardiovasculares, de resistencia o pesas y de flexibilidad. Además, sumarle una alimentación saludable, en la que predominen proteínas de buena calidad, evitar los azúcares añadidos y las comidas sobre procesadas.
Para las personas con estilos de vida sedentarios, el especialista recomienda comenzar con pequeños cambios como subir escaleras antes que usar un ascensor, estacionar el vehículo lejos de las puertas de acceso y pasear a su mascota. Estas prácticas contribuyen a que haya un mejor flujo sanguíneo y un impacto positivo en los músculos y en el cerebro.
Adicional, Anton hizo un llamado a controlar y manejar el estrés. Al enfrentar un episodio de estrés el pulso se acelera, se respira más rápido, los músculos se tensan y el cerebro usa más oxígeno; como consecuencia, si la respuesta al estrés dura demasiado tiempo, puede perjudicar su salud.