La Alianza Internacional de Alimentos y Bebidas reclamó el liderazgo político para que los estados trabajen con la industria en la mejora de la salud de los consumidores, dijo en Montevideo el secretario general de esta organización, Rocco Renaldi.
Renaldi, que participó en la Conferencia Mundial de Enfermedades no Transmisibles de la Organización Mundial de la Salud (OMS), destacó la idea que la industria alimentaria y de bebidas está totalmente dispuesta a implicarse, de manera colaborativa, en todas las acciones que permitan la producción de alimentos cada vez más saludables.
Siendo la dieta uno de los factores más importantes, el experto subrayó que todos los productos que fabrican las compañías integrantes de IFBA pueden ser parte de una dieta sana, aunque resaltó que uno de los problemas de hoy en día es el “hiperconsumo o consumo no equilibrado”.
En esta misma línea, este mes la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN) y la Fundación Española de la Nutrición (FEN), realizaron el 21º Congreso Internacional de Nutrición, donde se analizó el papel de los edulcorantes bajos en o sin calorías en la alimentación como potenciales sustitutivos del azúcar, su seguridad, regulación y aspectos nutricionales asociados a los alimentos y bebidas que los contienen.
Diversos estudios realizados en los últimos años han concluido que el uso de estos edulcorantes puede contribuir a reducir el peso corporal en comparación con el azúcar.
Dicho componente se utiliza en multitud de productos alimenticios del sector de la alimentación y las bebidas, incluidos los postres helados, batidos, bebidas vegetales, néctares y bebidas a base de zumo, yogures, refrescos, galletas, chicles, golosinas, e incluso en productos farmacéuticos, mejorando el sabor de algunos medicamentos.