Investigadores, profesionales en la salud, miembros del Centro para Investigaciones en Granos y Semillas (CIGRAS), del Ministerio de Agricultura y del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), así como representantes de los comedores escolares, entre otros panelistas, se dieron cita para establecer la importancia de los beneficios del frijol como base de la dieta del costarricense.
El encuentro busca determinar cuáles son los frijoles que se deben consumir para que aporten beneficios a la salud y plantear los controles que se deben profundizar para evitar las aflatoxinas, un tipo de toxinas producidas durante la cosecha o provocadas también por un mal almacenamiento del producto.
De igual forma buscan una actualización a las guías de preparación y consumo de los frijoles para que brinden el mayor aporte a la salud y sirvan como un método de medicina preventiva, en un momento en que el Foro Económico Mundial calcula que entre el 2010 y el 2030 el tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles podrían costar aproximadamente $47 billones.
Alejandra Irola, especialista en nutrición de Instituto Costarricense de Metabolismo y Nutrición (ICOMET), indicó que las legumbres, incluyendo frijoles, garbanzos y lentejas, están entre los alimentos con índice glucémico más bajo (GI) e incluso son recomendados en las guías nacionales de diabetes mellitus de la Asociación Americana de Medicina, por ello no se explica como un país como el nuestro, con índices de diabetes que rondan el 13% de la población, haya disminuido el consumo per cápita del frijol.
“En Costa Rica tenemos el gran beneficio de que nuestra dieta tradicional incluye el consumo de arroz y frijoles, altos en proteína vegetal y cuya cominación brinda como resultado, una comida alta en nutrientes, alta en potasio y baja en sodio, similares a lo que proporciona el consumo de la carne. Esta ingesta tiene grandes beneficios en la salud pues previene también los problemas cardiacos, la principal causa de muerte en el país. Sumado a este alarmante dato, solo en el 2016, la Caja Costarricense del Seguro Social despachó un total de 82,2 millones de medicamentos para el tratamiento de enfermedades que se podían prevenir”, expresó.
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