El reflujo gastroesofágico (ERGE) se produce cuando el ácido del estómago se devuelve hacia el esófago y genera síntomas
Afecta aproximadamente al 40% de la población latinoamericana por lo menos una vez al mes. De un 12% al 20% la padecen una vez por semana y un 2% la tiene de manera crónica.
“Al final del esófago hay una banda circular de músculos (esfínter esofágico inferior), que cuando tragamos se relaja para permitir que los alimentos y los líquidos lleguen al estómago y se cierra de nuevo. Sin embargo, cuando ese esfínter se debilita, el ácido del estómago puede volver a subir al esófago, por lo que ese constante proceso irrita el revestimiento del esófago”, explicó la Dra. Ana Lorena Madrigal, gastroenteróloga de Grupo Equilibrium.
Según la especialista las causas más frecuentes son las siguientes:
- Historia familiar de reflujo
- Presencia de una hernia hiatal
- Obesidad
- Medicamentos o alimentos que propician la relajación no usual (grasas, dulces, picantes, café y bebidas alcohólicas)
- Embarazo
- Fumado
Los casos han aumentado por los cambios en el estilo de vida, ya que la ansiedad, el estrés y el sedentarismo.
Los síntomas más comunes son:
- Sensación de que el ácido o la comida se devuelven a la garganta o la boca
- Sensación de ardor en el pecho
- Dolor en el pecho
- Sensación de tener un “nudo” en la garganta
- Dificultad para tragar
- Tos crónica
La especialista añade que con el tiempo la inflamación del esófago puede provocar complicaciones, entre ellas:
- Esófago de Barrett: Cambios precancerosos en el esófago.
- Estrechamiento del esófago (estenosis esofágica): Sucede cuando la parte inferior del esófago se daña causando un tejido cicatricial, que estrecha el camino que recorren los alimentos, por lo que la persona tendrá dificultad para tragar, es decir, sensación de que la comida se queda atorada.
- Úlcera esofágica: erosiona gravemente los tejidos en el esófago y formar una llaga abierta, que puede sangrar y causar mucho dolor.