La regla del 5-20 permite identificar cuáles alternativas son más beneficiosas
La clave para tomar las mejores decisiones de compra con relación al contenido nutricional de los alimentos y bebidas está en las etiquetas nutricionales, las cuales detallan los ingredientes utilizados en la elaboración de los productos y las proporciones que contiene cada empaque, así como los nutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas; micronutrientes como las vitaminas y minerales que aporta cada porción.
Por ello, Carolina Villalobos, nutricionista de FIFCO, brinda cinco consejos para leer de manera correcta las etiquetas:
- Revisar la lista de ingredientes: se listan en orden descendente según la cantidad que contenga el producto. Los tres primeros son los que se encuentran en mayor proporción. Si el azúcar o las grasas saturadas aparecen en las primeras posiciones, es mejor optar por otro producto.
- Considerar el tamaño de la porción y las porciones por empaque: es la cantidad sugerida que una persona debería consumir en una sola ocasión. La etiqueta detalla los nutrientes contenidos en esa porción específica.
- Calorías y su origen: Las calorías indican la cantidad de energía que aporta el producto. Sin embargo, es importante analizar de dónde provienen. Como regla general, se considera que una porción con 400 calorías o más ofrece un aporte calórico alto, mientras que 100 calorías o menos es moderado.
- Regla 5-20 sobre valores nutricionales: es útil para evaluar si un producto es bajo o alto en ciertos nutrientes. Un valor diario (VD; o Valores de Referencia de Nutrientes (VRN), de 5% o menos, indica un contenido bajo, lo cual es ideal para nutrientes como grasas, azúcar y sodio. Por otro lado, un VD de 20% o más sugiere un contenido alto, lo cual es favorable en el caso de las vitaminas (C, D, B12, entre otras), minerales (como calcio, hierro y potasio), proteínas y fibra.
- Contenido de sodio, grasas y azúcar: es recomendable seleccionar productos con menos de 140 miligramos de sodio, menos de 1 gramo de grasa saturada y menos de 10 gramos de azúcar por porción. Estos límites ayudan a controlar la ingesta de estos nutrientes, que en exceso pueden ser perjudiciales para la salud.
“Como empresa en la industria de alimentos y bebidas, nos tomamos muy en serio la responsabilidad de ofrecer productos que complementen un estilo de vida saludable, en el que la nutrición tiene un papel fundamental. Hoy queremos también invitar a las personas consumidoras a empoderarse de sus decisiones de compra, sacar el tiempo para revisar cómo se elaboran los productos que forman parte de su dieta diaria y elegir aquellos que sean más beneficiosos para su salud”, señaló María Pía Robles, directora de Relaciones Corporativas de FIFCO.