El restaurante se trasladó a un nuevo local en el Centro Corporativo Lindora, en Pozos de Santa Ana, se ubica a tan solo 1,1 kilómetros de su anterior restaurante.
“La decisión del traslado se ha tomado pensando en la contracción que va a existir post Covid-19 en el mercado. El sector gastronómico que tan afectado está por toda esta situación vivirá grandes retos, los restauranteros estamos enfrentándonos a grandes pruebas. Vendrá además una era de grandes cambios en el mercado, con los cuales debemos de aprender a vivir. Pero estoy muy esperanzado que todo esto pasará y será el recuerdo en una dura experiencia que nos tocó vivir como sociedad, pero que como empresario comprometido con los costarricenses queremos ofrecerles una experiencia más personalizada y con instalaciones más modernas”, explicó Martín Aldaburu, representante de El Novillo Alegre.
El restaurante cumple a cabalidad todas las regulaciones que ha emitido el Ministerio de Salud y aplica los protocolos en pro de proteger a sus clientes y colaboradores.
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