*Fotografías cortesía de Próxima Comunicación
Los millennials, a diferencia de generaciones anteriores, han llegado con un nuevo marco de valores en los que predomina un sentido de comunidad más arraigado, se busca la simplicidad y la funcionalidad del diseño, se adora la conectividad y se aspira a la cercanía física de sus domicilios con sus áreas de trabajo, compra y entretenimiento.
Para el arquitecto Adrián Saballos de Zürcher Arquitectos hay tres aspectos que marcan fundamentalmente una arquitectura pensada para los millennials: espacios, tecnología y materiales.
Saballos explica que en términos de espacio las casas que buscan los millennials son más pequeñas, pero con una distribución flexible e integrada. Por ejemplo, desaparece la sala de televisión porque los programas se ven desde la computadora o algún otro dispositivo móvil en cualquier rincón de la casa.
Además, se le da prioridad a las áreas comunes porque al millennial le gusta crear comunidad, no tiene problema en compartir áreas sociales e interactuar con sus vecinos. De aquí la relevancia de las construcciones de uso “mixto” donde su hogar sea un lugar tranquilo y cómodo en el que la cercanía con el trabajo y áreas de entretenimiento y consumo es muy valorada.
“Esta generación busca la mayor conectividad posible y hace de la tecnología una herramienta esencial para facilitar sus labores diarias. De aquí la necesidad de incorporar el internet de las cosas dentro de sus domicilios y permitirles controlar muchos aparatos desde sus dispositivos móviles. Desde luego, el acceso a suficientes fuentes de energía y conexiones inalámbricas satisfacen su constante deseo de movilidad y el requerimiento de poder hacer de cualquier sitio un lugar para trabajar o entretenerse en casa”, expresó Saballos.
La implementación de iluminación LED, la instalación de grifería que ahorra agua, o incluso la posibilidad de tener su propio espacio para crear una “pared verde” o un pequeño patio de luz con plantas que también puedan usarse en la cocina como la albahaca, orégano o tomillo, son aspectos que elevan la sensación de confort domiciliario entre los jóvenes de esta generación.
Una infraestructura de línea limpia y simplificada es el espacio perfecto para exaltar su “culto a la personalidad” mediante el diseño. Una cocina con una pizarra para sus “recetas especiales”, un sitio especial para colocar un bonsái, una pared amplia para un cuadro grande o gigantografía, o un sitio para colocar un anaquel donde acomodar los recuerdos especiales de viaje, son facilidades de la infraestructura que motivan a esta generación a cultivar sus espacios personalizados.
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