La cadena anunció su plan de ahorro y eficiencia energética con el propósito de convertirse en la primera cadena de comida rápida amigable con el ambiente en el país. La franquicia inició este proceso desde julio del 2016 cuando pusieron a prueba el plan en tres formatos de restaurantes, logrando resultados positivos.
El proyecto piloto realizó el monitoreo de los equipos de aire acondicionado, refrigeración, iluminación y cocina durante varios periodos del día. Lo anterior permitió entender el consumo energético por hora y su relación con el tráfico de clientes.
Sobre la medición inicial se desarrollaron tecnologías que permiten medir, controlar y ajustar los equipos respecto a sus consumos. A partir de un análisis de datos la compañía logró ahorros en el consumo de gas, aceite y mantenimiento de equipos de aire acondicionado.
“Con la implementación de este plan lograremos una reducción mínima de 20% en nuestro consumo energético, este ahorro significa una reducción anual de más de 420 toneladas métricas de CO2, que equivale a sembrar 10.928 árboles y dejarlos crecer durante 10 años, o bien, es similar a que dejen de circular diariamente 200 autos compactos que tengan un recorrido de 22 km/día”, comentó Isidro Perera, Gerente General de KFC.
Desde hace dos semanas los restaurantes iniciaron la implementación de las medidas de ahorro en todos los restaurantes. Se espera que para el próximo mes de octubre los resultados de ahorro sean efectivos en el 100% de los restaurantes de la marca.
“Nos hemos propuesto reducir nuestra huella de carbono para beneficiar a las futuras generaciones costarricenses. Estamos orgullosos de lo que hemos logrado porque somos pioneros dentro de la cadena en la implementación de este tipo de iniciativas”, expresó Perera.
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