Empresas donan $80.000 en productos de primera necesidad al Banco de Alimentos de Costa Rica

12 compañías se unieron para atender poblaciones en riesgo social

Conscientes de la penosa situación financiera que están enfrentado muchas familias costarricenses, 12 empresas unieron esfuerzos para donar cerca de $80.000 en alimentos y artículos al Banco de Alimentos de Costa Rica.

La iniciativa Impacto Colectivo por la Alimentación proveerá de arroz, café, frijoles, atunes, aceite, cereales, margarina, leche, chocolates, alcohol en gel, jabones e incluso alimento para mascotas, a poblaciones que están en condición de vulnerabilidad.

En esta oportunidad el apoyo empresarial fue promovido por Walmart de México y Centroamérica y contó con el respaldo de Cargill, Dos Pinos, Alimentos Pro Salud, Grupo Numar, Lucema, Mondelez, Savone, Mars, Gruma, Kellogg’s y Red Point. Estas empresas hicieron efectivas sus donaciones en el marco del Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre).

Francia Linares, directora ejecutiva del Banco de Alimentos de Costa Rica, recordó que hoy más que nunca deben aumentarse los esfuerzos para proporcionar alimentos saludables y nutritivos a las personas que se encuentran en exclusión y en riesgo social.

La directora ejecutiva del Banco de Alimentos agradeció el compromiso y el aporte significativo de cada una de las empresas que se sumó a la Iniciativa Impacto Colectivo.

“Queremos hacer un llamado para que más empresas del país realicen sus donaciones y que así, niños y adultos mayores, puedan mantener hábitos alimenticios saludables”, destacó Linares.

De acuerdo con datos al 2019 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) un 6,1% de la población de Centroamérica sufre subalimentación; es decir, tiene una dieta alimentaria insuficiente por las cantidades ingeridas o la escasez de nutrientes.

Los Bancos de Alimentos también tienen el apoyo de voluntarios que clasifican y elaborar las bolsas solidarias de alimentos para entregarlas a organizaciones sociales y comunitarias, que se encargan finalmente de llevarlas a las manos de quienes más lo necesitan.