Nestlé ha puesto en práctica novedosos procesos que han permitido que el equivalente a 6250 camiones de basura no llegase a los vertederos en Centroamérica
El grado de deforestación es tan grande en nuestro planeta que cada tres segundos se pierde la superficie de bosque equivalente a la necesaria para cubrir un campo de fútbol y en los últimos cien años se han destruido la mitad de los humedales.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó un importante llamado este año donde nos inspira a hacer las paces con la naturaleza y “pasar de explotarla a curarla”, pidiéndonos prevenir y detener el daño a los ecosistemas y adoptando prácticas para restaurar los ya dañados. Con el objetivo de que esta mitigación permita mantener en menos de 2°C el calentamiento global.
RE.pensar nuestras actitudes, RE.ducir nuestros desechos y RE.usar nuestros recursos; estas acciones podrán aportar en mucho para prevenir el daño que causamos a la naturaleza. Es por esto que Nestlé ha puesto en marcha diferentes proyectos enfocados en disminuir su huella en el ambiente, educando a los consumidores y lograr así para el año 2025 que el 100% de sus residuos sean reciclados y/o reusados y generando cero emisiones netas de efecto invernadero para el año 2050.
Toda la materia orgánica, que procede de los productos no conformes de Nestlé (esta categoría incluye a los alimentos que no cumplen con los estándares de calidad para poder ser vendidos para el consumo humano) son recopilados en las instalaciones de Abonos Vivos en Cartago, donde son tratados para darle vida a cultivos y plantaciones.
“Mucha de la materia orgánica que recibimos, anteriormente era basura. Nosotros la tratamos y convertimos en abono orgánico de excelente calidad que se distribuye en fincas, empresas y jardines, mejorando la calidad del terreno de cultivo”, comentó Rafael Herrera, capataz de Abonos Vivos.
Nestlé apoya otros proyectos para la reutilización de residuos, como el de la fabricación de madera plástica que realiza junto con la empresa Replacori. Mediante la entrega de todos los plásticos procedentes de los materiales publicitarios usados en los puntos de venta (POP), que ya no pueden ser reciclados mediante los procesos tradicionales, estos expertos los convierten en tejas plásticas para techos, muebles para exteriores, postes para cercas y pisos, con hermosos acabados y durabilidad de más de 30 años.