Campaña Reactivemos la Esperanza demuestra ser de beneficio para los cantones intervenidos

Cada plato de comida permitirá, de manera digna, mitigar el hambre y, a la vez, contribuir con la reactivación económica.

Esta campaña ha demostrado, en pocos días haber influido positivamente, no solo para las personas beneficiadas con un plato de comida, sino también para los comercios que se han encargado de proveer dichos alimentos y para las comunidades que se han visto beneficiadas con esta iniciativa.

El poeta Homero decía “Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga” y en el Quijote de la Mancha se lee “Hoy por tí, mañana por mí”.

“Barriga llena, corazón contento”, pensamiento anónimo de origen ruso, es uno de los más representativos, porque en efecto, alegra el corazón de quien recibe, pero también de quién da.

Porque, de eso se trata esta convocatoria masiva. Buscamos voluntarios dispuestos a no permitir que un hermano se acueste sin comer, o sus hijos o su madre. 

Se trata de la campaña Reactivemos la Esperanza, que impulsa a que las personas y empresas donen el costo de un plato de comida a trabajadores del sector turístico en Guanacaste. Los donantes tienen la libertad de donar uno o más platos de comida para llevar alimentos y contribuir con la reactivación de la economía.

La campaña la diseñó y la ejecuta la empresa Desarrollo Humano Estratégico (DHE) y cuenta con el apoyo de la Cámara de Turismo de Guanacaste (CATURGUA), la empresa Reserva Conchal, y la Fundación Acción Joven. Asimismo, la respaldan las Alcaldías de las Municipalidades de Santa Cruz y Carrillo, la empresa Teletica, Embajada de Estados Unidos, Coopeservidores, Asociación Cepia, Fundación Tiempos de Esperanza, Abriendo Mentes, Audiovisuales Papagayo LTDA, Coyol Free Zone, Fundación Saprissa y Deportivo Saprissa, BAC Credomatic. 

Para garantizar la transparencia y efectivo manejo de los recursos tiene la auditoría de la empresa Ernst & Young (EY). 

Más allá de donar: reactivación de la economía local

La campaña contribuye con la reactivación económica en Santa Cruz, Carrillo y Liberia.  Cada uno de esos platos donados permitirán a dueños de sodas y restaurantes locales, volver a abrir y llamar a sus colaboradores en la cocina, la caja y en el área de atención al cliente. 

Además, los proveedores de productos como la carne, pescado, el arroz, las tortillas, la cuajada, el pan, las tanelas, bizcochos y rosquillas, las frutas, maíz, el jabón y el desinfectante retomarán sus rutas de trabajo y la economía local se reactivará. 

Quienes vuelvan a recibir un ingreso irán al supermercado, podrán pagar la luz, el agua y el alquiler.

Esta es nuestra forma de multiplicar los panes, colaborar con la paz social y ahorrar a muchas familias amargos días de desesperación.

¿Cuál es la situación?

Muchas de las personas que dependían de la operación de sodas, restaurantes, hoteles, piscinas, tours, miradores, parques nacionales, entre otras para la atención de turistas, tienen una condición de suspensión de contrato laboral o perdieron su puesto de manera definitiva. 

La situación es grave tras la pandemia declarada que llevó al cierre de fronteras terrestres, marítimas y aéreas.

La gente de las costas es del grupo más golpeado. Es gente honesta y trabajadora, acostumbrada a ganarse lo que tienen, pero que hoy ocupan una mano.

Algunos no saben qué hacer con sus herramientas de trabajo, que simplemente se deterioran por falta de mantenimiento, animales como los caballos para los paseos u objetos como las barcas, los cuadraciclos y las busetas para el transporte, encalladas en la playa o varadas en una cochera. 

¿Cómo ayudar? 

Quienes quieran donar ingresen a la página   https://yomeuno.com/costa-rica del BAC Credomatic.

Importancia de mantener viva la esperanza de los trabajadores turísticos

El sector turístico es uno de los motores de la producción nacional. En el 2019, fue una fuente de ingresos por $4.000 millones, pero hoy está en cero.

Los últimos datos del Instituto Costarricense de Turismo reflejan que esta actividad aporta, de forma directa e indirecta, 8,2 por ciento del Producto Interno Bruto, que es generador de casi 215.000 empleos directos y que favorece a muchas micro y pequeñas empresas de alojamiento, comidas, bebidas, transporte y servicios médicos.

La cantidad de oportunidades laborales indirectas supera las 600 mil personas. 

Por supuesto que más allá de los números fríos hay personas. Es la misma gente que hasta hace poco atendía a los visitantes con una sonrisa sincera y un trato amable. 

Son los mismos hombres y las mismas mujeres que se pondrán la camiseta de nuevo, para salir a trabajar cuando vuelvan las oportunidades y que se convertirán en un resorte para que Costa Rica vuelva a ser el mejor destino del mundo, el país Pura Vida.