Puratos posee la biblioteca de masa madre más grande e importante del mundo
La masa madre era un ingrediente clave en la producción panadera que inició en 1800 con los egipcios como un método tradicional, el fermento natural provocaba que fuera mucho más rico, sin embargo, con la invención de la levadura a finales del siglo XIX, su elaboración disminuyó y solo algunos lugares continuaron con esta práctica.
La diferencia entre ambas es que la levadura se hace a partir de fermentación alcohólica, mientras que la segunda es fermentación láctica. Lo que marca gran distinción en cuanto al aporte nutricional, ya que contiene probióticos que alimentan la microbiota. Además, se puede elaborar con harina de centeno, cebada, arroz, entre otras.
Puratos almacena 130 tipos de masa madre de 25 países diferentes, Karl de Smedt, un maestro panadero, es el encargado de alimentar las mezclas regularmente con harina y agua, para que sobrevivan y continúen con la fermentación.
Para Karl esta es una forma de alimentar la historia y respaldar a los panaderos del mundo ya que “estas muestras sirven como un respaldo para los productores, si llegarán a perder o dañar su propio suministro, aquí tenemos una reserva para ellos. La masa madre es el alma de muchas panaderías”, comenta.
“El pan hecho con masa madre perdura por más tiempo, es rico en antioxidantes y mejora el sabor de las preparaciones. Las soluciones Puratos ofrecen masa madre y granos hidratados en masa madre preparados con la mejor tecnología, pero de una manera mucho más rápida y fácil para los panaderos que suman un toque diferenciador en sus productos”, comenta Evelyn González, Directora de Marketing para Puratos para América del Sur, Centroamérica y el Caribe.
Cada uno de los productos responde a las necesidades de los consumidores, ya que su base es la fermentación natural, pero algunos tienen un sabor afrutado, otras notas de acidez derivadas del trigo, y hasta esencias italianas que nos trasladan al continente europeo con un bocado.