Son fáciles de preparar y permiten la creación de miles de platillos
Es mi plato favorito y el de mi mamá, algunos lo llaman “salva tandas”, ya que en 15 minutos están listos; no se necesita mucha preparación: con mantequilla, salsa de tomate, atún, lo que sea, la pasta es y será la comida perfecta.
Pero además de que se cocina súper fácil, aporta grandes beneficios a nuestra salud.
Las pastas se dividen en:
- Alimenticias simples: elaboradas con sémolas, semolinas o harinas procedentes de trigo duro, semiduro, blando o sus mezclas.
- Alimenticias compuestas: se les incorporaron sustancias como gluten, soja, huevos, leche, hortalizas, verduras y leguminosas, bien naturales, desecadas o conservadas, jugos y extractos.
- Alimenticias rellenas: son los preparados constituidos por pastas alimenticias, simples o compuestas que contienen carne, grasas animales y vegetales, entre otros.
Nutrientes
Las pastas de trigo duro contienen un alto porcentaje de gluten y celulosa que ayudan a saciar el apetito e induce a comer menos cantidad. Ayudan a una buena digestión, son especiales para las personas que tienen problemas de úlceras estomacales o gastritis.
Las integrales aportan potasio y fósforo, los cuales ayudan a mantener el organismo sano y el tránsito intestinal. Al ser bajas en grasa, son ideales para pacientes con colesterol alto e hipertensos.
En el caso de la pasta “al dente”, tiene menor índice glicémico que las que están excesivamente cocida.
Todas las pastas contienen hidratos de carbono, conocidos como azúcares o glúcidos y son los encargados de brindar una dosis de energía para las actividades del día, por eso son parte de la dieta de los deportistas de alto rendimiento.
También son ricos en hierro, el cual ayuda en la formación de los glóbulos rojos, transporta el oxígeno en la sangre y es un aliado de la concentración y de las funciones cognitivas.
Otro de sus componentes es la vitamina A, que previene problemas oculares, favorece la producción de colágeno en el cuerpo, es antioxidante, mejora el sistema inmunitario y permite que el organismo sea resistente ante infecciones y enfermedades.