Nutricionistas recomiendan consumir dos cucharadas de frijoles por cada cucharada de arroz
Ante el regreso a clases de forma presencial, es de vital importancia tener el sistema inmunológico fuerte, y evitar así contagios en los niños y en la población general. Para lograrlo es muy importante contar con una adecuada alimentación, aprovechando la extensa gama de alimentos tradicionales de nuestro paía.
Según Susan Láscarez, nutricionista de Frijoles Don Pedro, “el buen funcionamiento del sistema inmune depende en gran medida de nuestra alimentación, por lo que los granos o las leguminosas son alimentos recomendados por su alto porcentaje en nutrientes, como el selenio, zinc, magnesio y potasio, los cuales refuerzan la función del sistema inmune, para prevenir o para tratar infecciones” .
“Hemos visto como el sistema inmune cumple un papel fundamental para poder prevenir este proceso infeccioso y para poder evitar también que los síntomas o signos sean más graves. Es muy importante también contemplar que los niños van a volver a las clases presenciales y esto los va a exponer muchísimo más al contagio y a otros virus, por lo cual es indispensable que su sistema inmune esté funcionando al 100%”, explicó Láscarez.
Una mala alimentación provoca enfermedades como diabetes, osteoporosis, cáncer de colon, sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, caries y enfermedades cardiovasculares, entre otras, por lo que la nutrición es uno de los principales factores para prevenir estos padecimientos.
La recomendación general es consumir dos cucharadas de frijoles por cada cucharada de arroz. En esta proporción se aprovechan mejor los componentes nutricionales de cada alimento, ya que el arroz es necesario debido a que su proteína se complementa perfectamente con la proteína de los frijoles. La fibra que contiene el frijol tiene la capacidad de favorecer el crecimiento y nutre las bacterias intestinales que forman parte de la microbiota, influyendo directamente en el sistema inmune previniendo o combatiendo enfermedades.
Según Láscarez “existen muchas formas de implementar los granos o leguminosas dentro de alimentación de los niños, desde las más típicas como lo es el plato base de la dieta costarricense, el gallo pinto, o la combinación de arroz y frijoles, hasta combinaciones también incluso en ensaladas, por ejemplo con el uso de garbanzos, lentejas, frijoles y sopas”.
“Las leguminosas también las podemos hacer en preparaciones dulces, como postres con frijoles, hamburguesas, burritos que son formas muy prácticas, divertidas e incluso apetecibles para los más pequeños, para poder varias un poco la introducción de estos alimentos en nuestro día a día”, mencionó la especialista.