El queso pertenece al grupo alimenticio de los lácteos, posee casi los mismos nutrientes y beneficios nutricionales que la leche, pero su textura es mucho más densa. Se necesitan aproximadamente 10 litros de leche para elaborar 1 kg de queso, es por eso que algunos productores utilizan materias primas sustitutas para elaborar productos similares al queso a un menor costo.
Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica, manifestó: “el principal riesgo de estos productos es que no tienen los mismos beneficios nutricionales que un queso real. Es decir, los productos sucedáneos pueden tener grasa vegetal o carbohidratos, como fécula de papa, pero no el calcio, fósforo y proteínas completas que aporta el queso”.
Vial explicó que la forma práctica de validar si un producto es 100% queso es revisar en detalle su empaque; por ejemplo, recomienda verificar que:
- La palabra queso se mencione en la parte frontal de empaque y no solo en la tabla nutricional.
- La lista de ingredientes solo incluya productos como leche, cuajo, fermentos lácteos o derivados y sal.
- Adjetivos sobre el uso del producto, como: rallado, para sándwich o para gratinar, no sustituyan la palabra queso.
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