Expertos recomiendan a padres priorizar la salud visual

El ojo vago afecta a entre el 2 y el 3% de la población infantil

 

Según datos de la Academia Americana de Oftalmología , uno de cada cuatro niños padece algún defecto visual como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía, los cuales también pueden presentarse en la adolescencia, de ahí algunos problemas de aprendizaje, ya que el 80% de los conocimientos se obtienen a través de la visión

La miopía o visión lejana es un problema común de la visión que con frecuencia comienza entre los 6 y los 14 años, afecta aproximadamente al 5% de los niños en edad preescolar, al 9% de los niños en edad escolar y el 30% de los adolescentes. Además, existe más probabilidades de desarrollarla si los padres son miopes.

“Hay habilidades de procesamiento visual que son esenciales para el aprendizaje, tanto en la infancia como la adolescencia, como los movimientos oculares, la visión binocular, la percepción y el enfoque visual. Si el estudiante ha logrado estas destrezas sus estudios se verán sin duda favorecidos, de lo contrario, pueden verse perjudicados. A su vez, se trata de etapas de gran importancia debido a que las estructuras oculares siguen en proceso de desarrollo, indicó Melania Astúa, optometrista de Ópticas Visión.

Los defectos visuales afectan los movimientos oculares, por lo que se dificulta visualizar objetos y formas con exactitud. De igual forma, el ojo vago afecta a entre el 2 y el 3% de la población infantil. Al poder enfocar solo con un ojo, se le puede dificultar sus actividades diarias.

También puede haber dificultad para enfocar a diferentes distancias, lo que implica una lectura y escritura más lenta, así como acciones dificultades al copiar la pizarra y fijar el ojo en un objeto concreto y pasar de línea al leer. Además, síntomas como el dolor ocular, el lagrimeo, dolor de cabeza y demás pueden interferir en la concentración.