Procurar alejar el estrés, hacer ejercicio, buscar apoyo en otros pacientes y seguir el tratamiento, entre otros, son varios de los consejos
La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria crónica propia del intestino grueso, con este padecimiento el revestimiento del colon se inflama y se desarrollan pequeñas lesiones o úlceras, las cuales causan sus principales síntomas: diarrea, sangre en las heces y dolor abdominal. Este padecimiento es causante de una fuerte carga física y emocional para quien lo padece.
La CU es una de las llamadas Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) y no distingue entre raza o género. Puede presentarse en diferentes fases de la vida, pero por lo general, afecta a los más jóvenes, la mayor cantidad de los diagnósticos se realizan entre los 30 y 40 años, impactando la etapa productiva de muchos de los pacientes.
Al vivir con CU se debe de adaptar el día a día a la enfermedad; uno de los consejos más importantes es llevar una vida normal, en lo posible. Intentar no cambiar los hábitos ni rutinas diarias, con un control adecuado y siguiendo los consejos del médico.
Factores tales como la frecuencia de deposiciones, la presencia o no del sangrado rectal, espasmos, urgencia de ir al baño, así como de contracciones dolorosas en el recto, permiten clasificar la enfermedad en leve, mediana o severa. “Estos factores tienen un impacto directo en la vida de los pacientes con CU, provocándoles algunas dificultades para encontrar trabajo, ausentismo laboral por fatiga, citas médicas u hospitalización; miedo a estar en lugares públicos, así como la necesidad de cercanía a un baño y evitar hacer viajes. Sin embargo, hoy existen varias alternativas terapéuticas y consejos prácticos que la persona puede implementar, para un mejor control de la enfermedad y gozar de una buena calidad de vida”, señaló el doctor Gastón Solano, gerente médico senior de Pfizer Centroamérica y Caribe.
Moverse y hacer ejercicio es muy importante, salvo que tengan un brote severo. El ejercicio previene la pérdida de masa ósea y muscular, disminuyendo el riesgo de fracturas.
No existe algún tipo de dieta eficaz que reduzca los síntomas o los brotes de CU, durante los períodos estables es aconsejable para el paciente llevar una dieta lo más equilibrada y saludable posible. Ante un caso de brote, el paciente deberá comer más despacio, evitar comidas abundantes y el consumo de alimentos que aceleren el intestino (alcohol, picante, cafeína o con altos porcentajes de grasa), así como evitar productos hechos a base de lactosa.
Es muy importante procurar alejar el estrés o mantenerlo controlado, esto podría agudizar la enfermedad o bien incrementar los síntomas. El paciente puede hacer yoga, implementar técnicas de relajación y hasta masajes.
La posibilidad de sufrir situaciones embarazosas o el rechazo social, son otros factores aunados al padecimiento. Pero el buscar apoyo en otros pacientes, permitirá compartir experiencias y entender mejor su enfermedad.
Disfrutar de su tiempo de ocio realizando diversas actividades (ir al cine o salir con amigos), le ayudarán a mantener una actitud positiva. Además, los pacientes al viajar deben llevar tanto un informe del médico y de los medicamentos en el equipaje de mano (en cantidades suficientes para el lapso de salida), como el empacar ropa extra y toallitas húmedas, así como cuidar detenidamente lo que come y bebe.
Algunos pacientes pueden llegar a sentir que no rinden lo suficiente laboralmente o si se ausentan del trabajo llegan a experimentar una gran frustración por no llegar a alcanzar sus aspiraciones. En ciertas ocasiones se requiere de apoyo psicológico.
“Uno de los consejos más importantes es que los pacientes y sus familiares conozcan la enfermedad y se mantengan informados. El que los diferentes círculos sociales de la persona entiendan este padecimiento y lo que conlleva, genera empatía con el paciente y le permite mejorar su calidad de vida”, indicó el doctor Solano.