Avances tecnológicos han desarrollado técnicas avanzadas como el FibroScan, el cual permite conocer el estado del hígado de manera rápida, segura y no invasiva
En Costa Rica, el hígado graso es la causa más frecuente de enfermedad hepática terminal. El 20% de las mujeres mayores de 18 años y 30% de los hombres, padecen de algún grado de hígado graso, de los cuales un 40% de los casos van a degenerar en cirrosis. Las investigaciones sugieren que ciertas afecciones de salud, los genes, la dieta y el aparato digestivo podrían hacer a la persona más propensa a desarrollar enfermedad del hígado graso.
“El hígado es un órgano que normalmente contiene algunas cantidades bajas de grasa. Sin embargo, cuando esta sustancia se acumula, se genera una enfermedad a la que se le denomina esteatosis hepática o más conocida como hígado graso. Esta acumulación de grasa causa una inflamación en el hígado que puede dañarlo y crear cicatrices. En casos graves, esta cicatrización puede derivar en la insuficiencia hepática”, explicó el Dr. Wagner Ramírez, gastroenterólogo y especialista en enfermedades hepáticas del Centro Médico Equilibrium.
Es difícil predecir si el hígado graso progresará a EHNA, lo que puede aumentar significativamente el riesgo de cirrosis y cáncer de hígado, así como el riesgo de desarrollar otras afecciones, incluyendo enfermedad cardíaca, diabetes y problemas renales.
El principal problema del hígado graso es que puede llevar con mucha frecuencia a cirrosis y a cáncer, una enfermedad terminal donde el hígado pierde su función y que no posee un tratamiento específico más que el trasplante de hígado, el cual es sumamente escaso en el país.
Edición: Natalia López