En la próxima década 578 millones de personas padecerán de diabetes

El 90% de todos los casos de diabetes diagnosticados en el mundo corresponden a la diabetes tipo 2

En el mundo 4.2 millones de personas mueren anualmente a causa de la diabetes, esta es una enfermedad crónica la cual que provoca que el cuerpo produzca un exceso de glucosa o azúcar en la sangre y aparece cuando el páncreas no puede producir suficiente insulina o no la utiliza de manera eficaz.[i]

La insulina es una hormona que permite al cuerpo humano regular el nivel de azúcar en la sangre y ante su deficiencia constante se llegan a ocasionar daños en distintos órganos y sistemas del cuerpo, generalmente se ven sus afectaciones en los nervios y vasos sanguíneos, es de fundamental importancia el poder tratar a tiempo la diabetes para que los pacientes puedan evitar complicaciones que incluso pueden llevarlos hasta la muerte.

La incidencia de esta enfermedad podría cambiar si modificamos nuestro estilo de vida y se estimula una mayor actividad física, consumiendo una dieta saludable, se disminuyen las bebidas alcohólicas, y se promueve un mayor consumo de carnes blancas o mariscos y de harinas integrales en lugar de las refinadas.

Existen tres tipos de diabetes: tipo 1, tipo 2 y gestacional.

La diabetes tipo 1:

Esta ocurre cuando el cuerpo deja de producir o genera muy poca insulina, es conocida como diabetes juvenil porque es más frecuente en la niñez o adolescencia.

La diabetes tipo 2:

Esta es la más común y representa el 90% de todos los casos diagnosticados por diabetes en el mundo, se caracteriza por un descontrol de la insulina, generando altos niveles de glucosa en el cuerpo.

Diabetes gestacional:

Se presenta durante el embarazo y su presencia podría poner en riesgo a la madre y al niño, incrementando las posibilidades de desarrollar la diabetes de tipo 2 a largo plazo.

La obesidad y el sobrepeso se encuentran dentro de las principales causas del aumento de casos de diabetes, la inactividad física, y la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar y sal. Otros detonantes son los antecedentes familiares, edad, síndrome del ovario poliquístico, presión arterial alta, niveles anormales de colesterol y triglicéridos o incluso, la raza.

El doctor Esteban Coto, Cardiólogo y Director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe aseguró que “es de suma importancia que los diabéticos mantengan un control integral de la glucosa en sangre, el colesterol y la presión arterial, lo cual permitirá establecer tratamientos, planes de seguimiento y control de la enfermedad primaria, evitando así complicaciones”.

Los pacientes con diabetes llegan a presentar un mayor riesgo de generar complicaciones relacionadas con enfermedades cardiovasculares, ceguera, insuficiencia renal, daño en los nervios y amputación de miembros inferiores, entre otras. También, son más propensos a desarrollar infecciones.

Realice exámenes constantes de la glucosa en sangre y de la glicemia basal (se realiza en ayunas), es importante mantener la hemoglobina glucosilada y la curva de glicemia, bajo vigilancia y acompañamiento médico. Una vez, que se ha comprobado la existencia de la enfermedad, el tratamiento dependerá específicamente del tipo de diabetes diagnosticado al paciente, y podría ser una administración diaria de insulina inyectada hasta el consumo de medicamentos específicos que estabilizan la producción de insulina.