Una investigación demostró que el consumo de leche reducida en grasa luego de realizar ejercicios de resistencia aumenta de forma considerable la síntesis de la proteína muscular, lo cual conduce a un mejoramiento del balance neto de proteína muscular.
Parte de los beneficios que producen sobre la recuperación muscular se relacionan al hecho de que la leche reducida en grasa es una bebida de rehidratación eficaz, incluso más eficaz que las tradicionales bebidas deportivas disponibles en el mercado.
Por último, hay algunos estudios que sugieren que la ingesta de leche inmediatamente después del ejercicio puede atenuar el daño muscular inducido por el ejercicio.
Además, las bebidas lácteas reducidas en grasa y las bebidas lácteas chocolatadas son bebidas seguras y efectivas.
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