Los frutos secos se caracterizan por ser alimentos muy energizantes, en una porción pequeña hay un gran aporte de calorías provenientes principalmente de las grasas insaturadas o saludables.
Según Maricel Cruz de Consultas Nutrición, existen varios tipos como las nueces, almendras, macadamia, pecanas, pistachos, avellanas, maníes, piñones, castañas o semillas de girasol.
Estas semillas tienen múltiples beneficios para nuestra salud: contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares reduciendo el riesgo de ataques al corazón, contienen omega 3 ayudando a alcanzar y mantener un adecuado nivel de colesterol, además son fuente de antioxidantes que combaten la formación de enfermedades degenerativas como el cáncer y el envejecimiento prematuro.
Los frutos secos deben consumirse de preferencia en su estado natural, es decir, sin salar, sin garapiñar, sin condimentar, tostar o freír, son más eficientes con cáscara y crudos, ya de este modo aportan mayor cantidad de fibra.
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