Cerveza Heineken 140 años de historia

Su secreto es su fórmula a base de Malta Pura

Su sabor tan característico no es casualidad y el éxito de la fórmula de Heineken tiene una explicación desde su mismo origen: se encuentra elaborada con Malta Pura. Siendo que el único cereal presente en su elaboración es la malta de cebada, sin la intervención de otros adjuntos. Al utilizar un 100% de malta en su receta se asegura como resultado un producto de máxima calidad y se asegura proporcionar un sabor equilibrado, insignia de Heineken.

La marca dio a conocer su gran secreto. Es por esta razón que Malta Pura a pasado a formar parte de su icónica etiqueta, además de agregarse su presencia en sus empaques de forma global.

“La consistencia en el sabor y su calidad en más de 190 países son unos de las principales características por la cual nuestros consumidores eligen una y otra vez a Heineken. Y detrás de este sabor hay una cerveza elaborada con Malta Pura que sin duda la hace diferente. Nuestra cerveza sigue la tradición de los maestros cerveceros, quienes utilizan únicamente ingredientes naturales de altísima calidad, lo que asegura un producto perfectamente equilibrado acá y en cualquier parte del mundo.”, comentó Christian Elizondo, Regional Manager de Heineken en Costa Rica.

Los elementos para la elaboración de Heineken son solo 3 ingredientes naturales, 100% Malta, Agua y lúpulo exportado directamente desde Holanda. Así mismo existe un pequeño, pero muy importante detalle: la levadura que se utiliza es tipo A, exclusiva de Heineken, siendo esta la responsable del sabor único y particular de Heineken y que le aporta sus sutiles notas afrutadas desde 1873. Otra característica muy particular en la producción de Heineken es su diferenciación por utilizar tanques horizontales para brindarle la presión perfecta a su levadura única.

Todo lo bueno se hace esperar y la calidad de Heineken también toma su tiempo, 28 días para ser exactos. Nunca se debe de apresurar el proceso para producir la cerveza perfecta. Se requiere ser paciente, pero para degustar el icónico sabor de Heineken vale la pena: un sabor rico, equilibrado, con una claridad refrescante y un hermoso color dorado-amarillo. Para finalizar embotellan el producto en la icónica botella de Heineken. Su fundador Gerard Heineken presentó la botella verde en el año 1900, siendo un elemento realmente innovador para la época.