Campaña “Cambiemos la Regla” aboga por la salud e higiene menstrual

Iniciativa busca impulsar proyecto de Ley N.º 22.421

 

Facilitar el acceso a los productos como toallas sanitarias y tampones es uno de los objetivos de la campaña “Cambiemos la Regla”, de la organización Nosotras Women Connecting y que tiene como símbolo a La Chola, escultura emblemática del artista nacional Manuel Vargas, que representa a muchas mujeres de nuestro país.

La iniciativa busca impulsar de nuevo el proyecto de Ley N.º 22.421, el cual desea promover y garantizar las acciones del Estado Costarricense en salud e higiene menstrual, facilitar el acceso a productos higiénicos menstruales necesarios para que las mujeres tengan una mujer calidad de salud.

De acuerdo con Marysela Zamora, presidenta de la organización, la campaña pretende que el proyecto de ley sea nuevamente incluido en la corriente legislativa en este nuevo periodo, por eso el movimiento incluye una serie de acciones que serán implementadas a lo largo de este mes de enero como: vallas, espacios en medios, una firmatón, redes sociales, entre otras, a fin de resaltar la importancia del proyecto, antes de que los diputados inicien nuevamente sus sesiones.

“Empezamos este movimiento con la manifestación de La Chola, ya que representa la lucha constante de todas esas mujeres del país y que, según lo plasmó el escultor Manuel Vargas, representa a todas las que han hecho posible que sus hijos estudien y salgan adelante e inclusive han renunciado y han dejado de lado muchas de sus propias necesidades”, resaltó Zamora.

Según estimaciones, la vida fértil de una mujer puede durar hasta cuatro décadas. Es decir, en promedio, una mujer tiene 13 ciclos al año de aproximadamente cinco días cada uno, del cual se recomienda cambiar las toallas cada cuatro horas durante el período, por lo que en promedio usará 30 toallas por período, 390 al año.

En toda su vida fértil, una mujer podría necesitar en promedio 15,640 toallas sanitarias, con un costo mínimo de ₡90 cada una, es decir, ₡1.400.000.

“Las cifras de estos costos, por una condición biológica de la mujer, son muy altos y se convierten en un lujo que muchas no pueden pagar, por lo que deben de recurrir a usar periódicos o trapos durante su periodo, y en el caso de algunas niñas o adolescentes dejan de asistir a los centros educativos durante el período por esta misma situación”, expresó Zamora.