Limón: propiedades y beneficios del cítrico más popular

Si la vida te da limones aprende a hacer limonada

El limón es refrescante, es cardiosaludable, protege las defensas y su sabor es maravilloso; pero ojo, este superalimento no es tan milagroso como lo pintan algunas personas. Bien es cierto que siempre ha sido el alimento medicinal por excelencia gracias a sus muchas propiedades; sin embargo, conviene saber qué beneficios son reales y cuáles son un auténtico mito.

Entre sus cualidades más destacadas está su alto contenido en vitamina C. Un zumo casero de 100 ml cubre el 62% del aporte diario recomendado de este nutriente fundamental para mantener en buena forma los vasos sanguíneos, los huesos y la piel. Estimula además la formación de colágeno y favorece la cicatrización de las heridas, así como la absorción del hierro.

También previene contra infecciones, sobre todo las respiratorias como el catarro o el dolor de garganta, y fortalece el sistema inmunitario. Otro de los puntos fuertes del limón es su riqueza en potasio, muy beneficioso para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y el cerebro, además de ser fundamental en tratamientos contra la artritis y el reumatismo.

Conviene no olvidarse tampoco de las sustancias fitoquímicas del limón que protegen nuestras células y tejidos. Los terpenos multiplican la antioxidación de la vitamina C y luchan contra los radicales libres previniendo el envejecimiento y varias patologías. Uno de ellos, el limoneno, reduce el riesgo de padecer enfermedades degenerativas, así como hipertensión. Y es que esta fruta es una de las más cardiosaludables.

Esta fruta se recomienda en la dieta de personas que sufran hipertensión. Además, es antibacteriano, equilibra el ph del cuerpo, ayuda en la digestión y contribuye a eliminar toxinas. De hecho, está recomendado para las personas propensas a cálculos en vesícula y riñón. También mejora el estado de ánimo y colabora en la recuperación del cuerpo tras un esfuerzo.

Valor nutricional del limón

El valor nutricional por 100 gramos de limón es el siguiente:

Calorías: 29 kcal

Hidratos de carbono: 9,32 g

Proteínas: 1,1 g

Grasas totales: 0,3 g

Colesterol: 0 g

Fibra: 2,8 g

Vitamina C: 53 mg

Calcio: 26 mg

Fósforo: 16 mg

Potasio: 138 mg

Usos del limón

Antes de desgranar las formas más sanas de tomar limón, vamos a enumerar otros usos del limón fuera de la cocina porque esta súper fruta también nos aporta otros beneficios que no tienen que ver con el organismo, pero sí con nuestra vida. Elimina los malos olores de la nevera (empapar una bola de algodón en zumo de limón y meterla dentro bastará) y de la basura (metiendo las cáscaras en la bolsa), previene la oxidación de frutas y verduras, y desinfecta la tabla de cortar.

Mantiene a los insectos lejos (limón con clavos de olor para ahuyentar a las moscas o su jugo para las hormigas), saca las manchas de las moras y es uno de los mejores productos para limpiar el mármol. También sirve para aclarar la piel y suavizar manchas, blanquear las uñas (zumo de medio limón en agua tibia y sumergirlas durante cinco minutos), reducir los picores del cuero cabelludo con su jugo antes de aclararlo con abundante agua, y exfoliar la piel de codos y rodillas su aplicamos una mezcla con bicarbonato antes de echarnos la crema habitual.

Cómo tomar limón

El limón tiene muchísimos usos en la cocina porque sirve para cocinar, aderezar y también para hacer bebidas; pero olvídate del disparate del vaso de agua con limón en ayunas porque es un absoluto mito. Se dice que ayuda a adelgazar, que viene bien para las infecciones de orina, que depura el intestino e incluso que previene el cáncer. Nada de eso es cierto salvo que el dichoso vasito produce la erosión del esmalte dental y, por lo tanto, perjudica nuestra dentadura.

La elaboración de aliños y marinados es una de las mejores formas de sacarle partido. Las personas que siguen dieta vegana tienen en el limón a un gran aliado para elaborar quesos a base de frutos secos o marinar el tofu con aceite, ajo, comino, pimentón dulce y sal. Su cáscara también nos puede valer para aromatizar caldos, sopas, salsas y postres. De hecho, es muy apreciada para repostería, dando un toque al pastel o al arroz con leche.