Esta empresa nacional nació en 2009 para ofrecer postres y los famosos gelatos.
La idea fue de Elena Barnabó y Marcello Polinaris, una pareja de jóvenes de origen italo costarricense, quienes comenzaron a crear el proyecto en el 2008, quienes estudiaron en la universidad del gelato Carpigiani, ubicada en Bologna, Italia.
“Cada receta es desarrollada basada en las técnicas de nuestros bisabuelos, por ejemplo, el famoso helado de pistacho o avellanas es hecho desde cero en nuestro laboratorio donde hacemos una cuidadosa selección de las semillas, que se limpian y se muelen y se produce la base para preparar el gelato. No manejamos productos semi elaborados de la industria de la heladería porque todo lo producimos directamente en nuestra fábrica y así con todas las recetas”, comentó Polinaris.
Cada dos meses renuevan su vitrina de helado, esto ante la posibilidad de producir el sabor de helado que quieran, siguiendo las tendencias del mercado o las frutas de temporada.
Los helados de fruta no tienen grasa y tienen menos porcentaje de azúcar, los clientes pueden disfrutar de sus presentaciones de 1 kilo y ½ kilo, que van en un empaque isotérmico que permite mantener la textura perfecta.
“Para nosotros en este momento lo más importante más que las utilidades es poder incrementar las ventas para poder re incorporar a nuestra gente y así que ellos puedan llevar el sustento a sus casas”, explicó Barnabó.