El llamado de las autoridades sanitarias de nuestro país para prevenir y contener el Coronavirus a través de las medidas de distanciamiento social y cuarentena tuvo un impacto directo en la demanda del atún Sardimar, que se incrementó entre 30% y 40% en las últimas semanas.
La planta de producción en el Roble de Puntarenas garantiza no solo suficiente inventario sino también el abastecimiento y re-abastecimiento en todas las góndolas.
De igual forma, para salvaguardar la salud de los colaboradores, el departamento de salud y seguridad ocupacional ha implementado un riguroso plan, como duplicar las medidas diarias de higiene y desinfección de la planta, toma de temperatura de las personas antes de su ingreso, el lavado de manos cada hora y la reducción de dos a una persona por cada estación de trabajo.
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