Rescatar recetas tradicionales es clave para combatir obesidad

Las recetas tradicionales podrían ser muy efectivas para combatir la obesidad, un problema que agobia a más tres de cada 10 costarricenses, esto según datos del Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ELANS).  

Las estadísticas indican que Costa Rica está ubicado entre los 10 países más obesos de Latinoamérica. Esta tendencia se debe a los cambios en la dieta que hicieron los costarricenses durante los últimos cuarenta años; dejando de lado el consumo de alimentos tradicionales y de origen vegetal; entre estos: los frijoles.

“Una dieta alta en frijoles está asociada a menor peso, presión arterial y bajo riesgo cardiometabólico. Las personas que consumen entre dos y tres porciones de frijoles al día, tendrán menor probabilidad de sufrir un infarto y otras enfermedades”, indicó la doctora Hannia Campos Núñez, Ph.D; investigadora de Harvard T.H Chan School of Public Health y del Centro de Investigación e Innovación en Nutrición (CIINT). 

 Marcela Granados, nutricionista de Frijoles Don Pedro, recomienda el consumo de al menos dos cucharadas de frijol por cada cucharada de arroz, si se desea mantener una dieta balanceada.

“Antes de apartar de su mesa alimentos como los frijoles, tomemos en cuenta algunos de los riesgos a los que nos exponemos. Una población sedentaria y con malos hábitos alimenticios puede desencadenar riesgos cardiometabólicos como son la hipertensión arterial, diabetes, obesidad, sobrepeso, sedentarismo; entre otros”, comentó Granados.

La comisión EAT-Lancet presentó hábitos claves para modificar el sistema alimentario y redireccionarlo a un modelo menos negativo para la salud y el ambiente:

  • Consumir mayormente granos enteros, nueces, verdudas, frutas y evitar el consumo de alimentos de origen animal, alimentos procesados y azúcares.
  • Desarrollar una amplia gama de productos nutritivos para su consumo.
  • Mejorar la eficiencia del uso de fertilizantes y agua para la disminución de metano y óxido nitroso.
  • Un manejo estricto de la tierra y los océanos, salvaguardar la biodiversidad.
  • Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos a la mitad.

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